Project Description
Situado a las faldas del barrio del Realejo en Granada, se proyecta un parque urbano en el espacio que ocupaba el antiguo Cuartel de las Palmas, originalmente Fábrica de Hilados. El lugar de intervención condensa 7 siglos de la historia urbana de Granada, manifiesta a través de la presencia de una gran cantidad de elementos patrimoniales relacionados con el uso del agua, siendo lugar de paso de la denominada Acequia Gorda, la al-Saqiya al-Kubra andalusí. En sus inmediaciones se encuentran la Casa Molino de Ángel Ganivet, que ya es centro etnográfico de la Diputación Provincial, y la Casa Molino del Marqués, que será restaurada e incorporada al proyecto.
El parque se concibe, por tanto, como un «parque del agua» que valorice y difunda los usos y costumbres relacionados con la hidráulica en la ciudad de Granada, vertebrado a partir del trazado de la mencionada Acequia Gorda. Este nuevo pulmón urbano viene a sumarse al conjunto formado por el Campo del Príncipe y el Paseo de la Bomba.
El proyecto es una actuación sobre las huellas del pasado, en el que se retoma la idea histórica del vergel vinculado al uso del agua, empleando como principal directriz compositiva la propia acequia, que establece dos zonas de naturaleza muy diferente en función de la disponibilidad hídrica: la situada a cota inferior a la acequia, susceptible de ser regada por gravedad, y la superior, que queda en secano. Esta dualidad se manifiesta en el carácter de cada zona, acompañado de tratamientos vegetales diferenciados. La inferior se constituye como jardín húmedo, donde la presencia de albercas, surtidores y los grandes ejemplares arbóreos conservados ayudan a generar un espacio umbrío, fresco e íntimo, mientras que la superior, que se muestra soleada, abierta al paisaje de la ciudad y a las vistas de Sierra Nevada, contará con un ajardinamiento con especies mediterráneas de menor porte.
Planta general de la propuesta
La diversidad sensorial apuntada por la diferenciación de zonas se subraya con la elección de un repertorio de especies vegetales que secuencien sus momentos de mayor interés cromático y olfativo en distintas épocas del año y se vinculen con determinados elementos singulares, diferenciándose en las inmediaciones de los molinos anexos.
El juego cromático, de nuevo, recurre al agua como referencia conceptual, recreando con bandas florales de colores el espectro del arco iris en las inmediaciones de la acequia, tal como ocurre al atravesar la luz del sol las partículas de agua en el aire, efecto enfatizado por el empleo de especies de floración blanca como contrapunto.
Antonio Luis Espinar Moreno, Arquitecto
Jorge Asencio Juncal + Ana Ibáñez Fernández, Paisajistas
