Project Description
“...los vacíos no resultan tan vacíos, sino que están llenos de huellas invisibles: cada deformación es un acontecimiento, un lugar útil para orientarse y con el cual construir un mapa mental dibujado con unos puntos (lugares especiales), unas líneas (recorridos) y unas superficies (territorios homogéneos) que se transforman a lo largo del tiempo.”
FRANCESCO CARERI. Walkscapes. “El andar como práctica estética”.
Jorge Asencio Juncal + Fidel Garrido Carretero, Paisajistas.
En colaboración con María Moreno Dávila Ponce de León, paisajista.
La primera impresión que produce el lugar del proyecto es de desconcierto. La cerca de la antigua huerta, construida para proteger las riquezas que crecían en su interior, envuelve ahora un enorme espacio vacío. De esta forma, la cerca se encuentra carente de sentido, “vacía” en el sentido más amplio de la palabra.
Desde el encargo del proyecto se alude a la intención de crear en este cercado vacío un lugar, capaz de incitar e invitar al paseo.
La enorme singularidad y potencia del lugar, la relativa proximidad de la casa principal y la relación con otros puntos de interés paisajístico del entorno cercano son puntos de partida a favor del proyecto. Por contra, la carencia de función de este lugar ha ido degradándolo progresivamente, dejándolo aislado y yermo, donde incluso las infraestructuras hídricas han quedado obsoletas o han desaparecido. La riqueza y diversidad de la huerta que hace tiempo albergaba el cercado ha desaparecido, permaneciendo como elementos vegetales tan sólo tres nogueras y restos de alineaciones de árboles en el contorno, junto a la ocupación intermitente de caballos y conejos.
La topografía del entorno de suaves colinas rodeando la zona cercada y vertiendo a ésta, convierte al lugar en el foco al que dirigir las miradas. Se produce una gran atracción visual hacia el espacio a intervenir. Esta relación tan clara a nivel visual no resulta tan directa para el paseo, ya que la conexión con la vivienda principal y los puntos de interés circundantes es marginal. Pese a la degradación que ha sufrido el lugar, sigue encerrando una gran potencialidad ya que su estado pasado permanece presente en la memoria de los usuarios, lo que le hace existir en potencia. Pervive una conciencia colectiva de su estado anterior cualificado, capaz de regenerarlo y volver a llenarlo de vida.
La primera intención del proyecto es doble:
– Por un lado, recuperar la densidad, la diversidad y la actividad en este lugar y el sentido de la cerca como elemento protector de lo que acontece dentro de sus límites. Se trata pues de cualificar el interior, aportando nuevas sensaciones y generando nuevos acontecimientos.
-Por otro, romper el aislamiento y abrir nuevas relaciones con el entorno, incorporándose física, visual y conceptualmente a los recorridos y paisajes circundantes.
Un lugar al que ir, un lugar por el que pasear, encontrarse y que a su vez genere actividad.
Como primera reflexión de proyecto ante este gran vacío y la potente cerca que lo delimita viene a la memoria la idea del jardín cerrado u “hortus conclusus”. Éste se define a lo largo de la historia como el arquetipo de jardín ideal, manteniendo en distintas épocas y culturas una serie de elementos invariantes, que lo identifican y lo relacionan con el jardín del paraíso. Rodeado y protegido por la cerca, en él se incluyen plantas, que dan sentido al concepto de jardín, animales, que completan la representación de la naturaleza y agua, que proporciona movimiento y sonido, la vida;con estos cuatro elementos se define su esencia.
Lucas Cranach el Viejo. La Edad de Oro. Hacia 1530.
Este manto continuo exterior se caracteriza por la producción, la eficacia. Su geometría, el trazado de los caminos, la disposición del arbolado, vienen impuestos por la funcionalidad. Se trata de un paisaje antropizado, fuertemente transformado para hacerlo productivo, bajo unas reglas estrictas de practicidad. Por contra, un jardín es por definición un lugar para los sentidos, la evasión, el entretenimiento, el capricho y la belleza en sí misma. Con este pensamiento y con la intención de singularizar el lugar de intervención, se adopta un lenguaje formal en clara contraposición con las geometrías del entorno. A este hecho se suma la continuidad y enorme amplitud de los paisajes circundantes, que sugiere la necesidad de acotar y contener el espacio, creando ámbitos protegidos donde el paseante pueda refugiarse, introduciéndose en una secuencia de pequeños espacios dentro de la propia cerca.
Se propone pues el uso de la geometría circular, cerrada, protectora, para separarse de las formas existentes y guarecerse de la amplitud exterior. De este modo se introduce un nuevo lenguaje formal en el territorio, para definir una completa intervención paisajística, identificable y reconocible. Este mismo lenguaje se emplea en diversos puntos exteriores, vivienda principal, nacimiento de agua, etc. extendiendo la intervención a los recorridos del entorno, quedando así ligados y relacionados visualmente con el cercado. En cada uno de estos círculos se irán incorporando las distintas funciones y usos contenidas en el programa del proyecto. Así, unos contendrán usos o funciones específicas (cercado para los caballos, zonas de vegetación productiva, etc.), mientras que otros se destinarán a usos más vinculados al ocio y la recreación (lugares de sombra e intimidad, miradores hacia el paisaje, estanque para peces, etc.). La distribución de estos elementos se hará en base a las necesidades propias de cada función y a las características específicas de cada zona de la intervención.
Si bien el grueso de la actuación se sitúa en el interior del cercado existente, proponemos la intervención en puntos concretos del entorno cercano. En estos puntos (cruces de caminos, nacimiento de agua o fuente, proximidades de la vivienda principal, pantaneta cercana, etc.), esta actuación, aunque sea más ligera permitirá enlazar física, visual o conceptualmente con el nuevo jardín, integrándose en un sistema general de recorridos que abarque un territorio más amplio e invite al paseo.
Dentro del jardín se estudia la distribución de las funciones y las características de cada zona para crear una secuencia de espacios que invite al recorrido y paseo, así como a la estancia y la pausa. Se van alternando lugares densos de vegetación con espacios libres de distinto tipo, zonas de refugio e intimidad con espacios abiertos al paisaje, etc. Unas veces recorreremos el jardín por un camino trazado y definido, otras nos veremos invitados a “buscar” nuestro camino al atravesar una arboleda; el camino será difuso o lineal, abierto al paisaje o cerrado, blando o duro, de diversos materiales y texturas, con sonido.
